jueves, 27 de mayo de 2010

Parques eolicos en el mar

La energía eólica marina tiene un futuro prometedor, En el mar, el viento se encuentra con una superficie de rugosidad variable, las olas, y sin obstáculos como islas, islotes, etc., lo que implica que la velocidad del viento no experimenta grandes cambios. Así, pueden emplazarse torres más bajas que en la superficie terrestre. Además, el viento es, por lo general, menos turbulento que en tierra, con lo que se amplía el periodo de trabajo útil de un aerogenerador. La baja turbulencia del mar se debe, ante todo, al hecho de que las diferencias de temperatura a distintas altitudes de la atmósfera que se producen sobre el mar son inferiores a las de tierra adentro.

En la actualidad los parques offshore, ésta es su denominación internacional, se sitúan en aguas poco profundas, alejados de las rutas marinas comerciales, de los emplazamientos militares y de los espacios de interés natural u ornitológico. La distancia de la costa debe ser como mínimo de dos kilómetros para aprovechar mejor el régimen de vientos, de características diferentes a los que llegan a tierra.

¿Cómo llega la energía a tierra?

los anclajes de los aerogeneradores se efectuaban con hormigón a través de la cimentación por gravedad, es decir, con la construcción en un dique seco de grandes estructuras que después se fijaban en el emplazamiento elegido y se rellenaban con grava y arena. Un diseño posterior, el monopilote, consiste en una perforación del lecho marino, de un diámetro de 3,5 a 4,5 metros y una profundidad de 10 a 20 metros, en la que se introduce un gran cilindro metálico que sirve de base a la torre. Los parques eólicos se conectan a tierra por cables submarinos enterrados para reducir el riesgo de daños ocasionados por equipos de pesca, anclas, etc. En zonas estratégicas del parque se colocan, entre otras instalaciones de servicio, centros de transformación que convierten la baja o media tensión en alta para favorecer así el transporte hasta la costa. Una vez en tierra, tan sólo resta conectar la línea eléctrica con la red de distribución existente.

Petróleo caro y peligroso

La exploración y extracción en aguas profundas y ultra profundas es una de las nuevas fronteras que la industria del petróleo se ha visto obligada a traspasar a causa del agotamiento de los yacimientos terrestres. Si pudiésemos extraer petróleo en tierra firme, perforando a dos kilómetros de profundidad, ¿por qué perforar en el mar, bajo una lámina de agua de un kilómetro y medio y diez kilómetros bajo las rocas?

Globalmente el petróleo marino supuso un 6% de la producción en 2007. Los yacimientos marinos constituyen una oportunidad para la industria, especialmente en zonas como Brasil, Angola, Nigeria y los EE.UU., que suponen un 70% de todas las reservas marinas de petróleo del mundo (entre 160 y 300.000 millones de barriles de petróleo, o diez años de consumo mundial al ritmo actual). Una oportunidad no exenta de riesgos.
La exploración y extracción en las llamadas aguas ultra profundas (más de 1.500 metros de profundidad) esta sujeta al desafío de las altas temperaturas y presiones, al comportamiento casi plástico de estratos salinos de más de tres kilómetros de profundidad, a la presencia de gas natural a gran presión, y a la utilización de complejos mecanismos robotizados construidos a medida. Si la extracción de petróleo ya es en sí una proeza técnica, la profundidad y el medio marino hacen las cosas aún más complicadas, como demuestra el accidente sufrido por la plataforma petrolífera alquilada por British Petroleum.
El 20 de abril de 2010 una explosión en la Deepwater Horizon, El accidente se produjo cuando estaban construyendo, a más de un kilómetro y medio de profundidad, una estructura de cemento que es la que conecta los tubos de perforación con las conducciones que llevan el petróleo hasta la superficie y que es donde se separa el petróleo del gas natural, del agua marina y de la arena.
Se estima que cada día se vierten 5.000 barriles de petróleo al mar de la fuga provocada por el accidente.

jueves, 20 de mayo de 2010

Consecuencias de la energia nuclear en un pais africano.

Mientras muchos países anuncian sus propósitos nucleares, la organización ecologista Greenpeace ha hecho publico un estudio sobre las graves consecuencias que tiene la explotacion de uranio -combustible fundamental para la fusión nuclear- en la inustria extractiva de Niger, que afecta a la salud de unas 80.000 personas. Los ecologistas se han desplazado hasta el país, uno de los países mas pobres del continente, donde la empresa francesa Areva explota dos minas de uranio y preve la apertura de una tercera.

Los investigadores han medido los niveles de
radioactividad y han descubierto que la contaminación de uranio en cuatro de cada cinco muestras de agua es superior a los limites de seguridad Mundial de la Salud Organizacion. También han encontrado evidencias de un gas radioactivo disuelto en el agua (radon), grandes nubes de olvo provocadas por las detonaciones y perforacion en las minas, monañas de residuos industriales y lodos. Las aguas subterráneas están amenzadas por el desplazamiento de millones de tierra y las rocas sacadas de las minas de uranio están siendo utilizadas para la contrucción de carretera, lo que aumenta la reactividad en las calles de poblaciones como: Arlit y Akokan.